En México, según la Ley de Firma Electrónica Avanzada, se pueden firmar cualquier tipo de documentos legales y comerciales con firma electrónica, incluyendo contratos, actas, notas, facturas, entre otros. Además, según la Norma Oficial Mexicana NOM-151-SCFI-2016, se pueden conservar y digitalizar documentos impresos con firma electrónica. Es importante mencionar que para que un documento firmado con firma electrónica sea válido legalmente, debe cumplir con los requisitos establecidos en la ley, como ser atribuible, integral y accesible para su posterior consulta.
Sin embargo, hay documentos que comúnmente no se firman electrónicamente debido a que requieren un grado de seguridad y autenticidad superior al que puede proporcionar una firma electrónica. Algunos ejemplos de estos documentos son:
Documentos notariales: Escrituras públicas, testamentos, actas de matrimonio, entre otros, que requieren la intervención de un notario público y la firma de este en original.
Documentos de identidad: Pasaportes, credenciales de elector, permisos de conducir, entre otros, que requieren la intervención de autoridades y el uso de medios de seguridad físicos y electrónicos.
Documentos bancarios: Cheques, vales, transferencias, entre otros, que requieren la intervención de instituciones bancarias y la validación de ciertos procesos y procedimientos para garantizar la seguridad de las transacciones.
Documentos legales en materia de justicia: Sentencias, acuerdos de mediación, entre otros, que requieren la intervención de autoridades judiciales y el uso de medios especiales para garantizar su autenticidad y seguridad.